Las
personas expuestas a los ambientes húmedo y con moho y pueden
sufrir una serie de efectos en la salud como asma o alergias. Algunas
personas son muy sensibles a las esporas de los mohos. Esta
intolerancia al moho puede comportar congestión nasal, irritación
de la garganta, tos o resuello, irritación en los ojos, o, en
algunos casos, irritación de la piel. Las personas con alergias al
moho o con un sistema inmunológico debilitado y las personas con
enfermedades crónicas de los pulmones, pueden tener reacciones más
graves, como enfermedades obstructivas de los pulmones, también
pueden sufrir infecciones graves de moho en los pulmones cuando están
expuestas al mismo.
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