En
su libro, «La
buena onda»
(Ed. Grijalbo), Pere
León, también se ocupa de las radiaciones artificiales y cómo
pueden afectar a nuestra salud. Por ello, recomienda retirar … (los
aparatos que) ...desprenden radiación». Las más peligrosas,
apunta, son las que desprenden los teléfonos inalámbricos y los
microondas porque «emiten en alta frecuencia».
«Tendríamos
que huir del microondas porque no sirve para nada, aunque entiendo
que para algunos es muy cómodo», señala. Para comprobar la
nocividad de la radiación que desprende este electrodoméstico me
invita a hacer el siguiente experimento: «coge dos plantas iguales y
riégalas, una con agua del grifo y otra con agua a temperatura
ambiente pero que haya sido previamente calentada en el microondas.
Verás lo que pasa».
A
pesar de estas recomendaciones, que a algunos les puede sonar como de
cavernícola, Pere León asegura que no pretende «volver a la edad
de piedra», pero sí concienciar de que hay que hacer un buen uso de
estos aparatos para minimizar su impacto en nuestra salud.
Y,
por último, un recomendación en la oficina: «Si en tu lugar de
trabajo tienes moqueta, evita las suelas de goma y opta por las de
cuero para evitar cargarte de corriente estática. Cuando el grado de
humedad de la oficina está por debajo del 60% es conveniente
utilizar humidificadores porque la humedad también disminuye la
carga estática. Si reduces el campo estático no sufrirás tantos
dolores de cabeza o rinitis en el trabajo».
abc.es/sociedad/20130519/abci-como-afectan-ondas-salud-201305161546
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